Para poder impulsar la creatividad y la productividad es necesario tomar un descanso en las actividades realizadas para así tener una buena dosis de relajación y diversión.
Los descansos son bien programados no son una perdida de tiempo en la sesión de clases. Ayudaran a los estudiantes a enfocarse y aprender mejor. Los estudios confirman que durante los descansos, nuestro cerebro continua trabajando en las tareas que son cruciales para el aprendizaje, reflexionando y consolidando la información.
Por lo tanto, para aumentar la productividad junto a la creatividad y las habilidades sociales de los estudiantes es necesario unas pausas frecuentes durante el día escolar.
A continuación te mostraremos unas actividades que podrías realizar durante la clase.
Docente: Pida a los estudiantes que se muevan por el salón (caminando, saltando o andando de puntillas) y luego diga “¡Sé una estatua de un ….. león! !oso¡ ¡Conejito bebé! ¡Cualquier cosa!” y haga que los niños se congelen en esa pose, luego diga: “¡Descongélese!” y comenzar el ciclo de nuevo. Para un descanso rápido y desestructurado que restablezca el estado de ánimo del salón de clases, toque una canción animada y organice una fiesta de baile de un minuto. O haga “Lados opuestos” haciendo que los estudiantes parpadeen con el ojo derecho mientras chasquean con el dedo izquierdo, luego cambien.
Docente: Puedes conjurar una tormenta de lluvia. Haga que los niños golpeen sus escritorios con un dedo, luego con dos, tres, cuatro, y finalmente con todas las manos, hasta que esté todo bajo un aguacero. Luego hazlo al revés a medida que la tormenta retrocede. O haga que los niños sostengan diferentes marcadores en cada mano y dibujen o garabateen al ritmo de una canción durante 30 segundos, luego únalos con un compañero de clase para ver si los dibujos se convirtieron en algo familiar o interesante. O ponga a los niños en grupos pequeños y pídales que imaginen que son un animal y se lo guarden para ellos. Cuando das el visto bueno, cada niño representa en silencio a su animal, mientras que los compañeros de clase adivinan.
Docente: Cuando los niños se vean somnolientos, pídales que se froten las manos vigorosamente hasta que entren en calor. Pídales que cierren los ojos y coloquen suavemente sus manos calientes sobre sus ojos, luego pídales que respiren profundamente mientras deshacen el desorden en sus mentes. O haga que los niños respiren colores: pídales que inhalen un verde intenso, por ejemplo, y que exhalen un azul cielo. Cuando un estudiante se sienta enojado, sugiérale exhalar el color rojo. Puede ser una forma poderosa de liberar emociones difíciles. Puede hacer que los estudiantes jadeen como un perro con la lengua afuera durante 15 segundos, luego continúen otros 15 segundos con la boca cerrada, tomando respiraciones cortas con una mano en el vientre, enfocándose en el ascenso y descenso de cada respiración.
Una última idea, considera no planear nada. Simplemente deje que los niños hablen durante unos maravillosos minutos antes de que vuelvan a llamar su atención.
